La sentencia Malaja abre nuevas perspectivas para Roman Rubchenko y Drac Inca. La sentencia del tribunal de Nancy (Francia) puede marca un punto de inflexión en el deporte profesional y acabar con la distinción en Europa entre jugadores comunitarios y extracomunitarios. Los tribunales galos sentenciaron que la jugadora de baloncesto Lilia Malaja puede actuar en la Liga francesa como comunitaria. Se apoyan los jueces en los acuerdos firmados entre Polonia y la UE, si bien además del gobierno de Varsovia, otros 23 países, entre ellos Rusia, Lituania, Eslovenia, Hungría y Ucrania también han suscrito colaboraciones con la Unión Europea.
Desde el 16 de diciembre de 1991 el acuerdo 37 entre Polonia y la UE impide «cualquier tipo de discriminación en territorio comunitario contra un ciudadano polaco con contrato de trabajo legal». La Ley Bosman originó en su día un cambio sustancial en la política de fichajes de los clubes profesionales, especialmente de fútbol y baloncesto, la sentencia Malaja puede derribar cualquier tipo de frontera.
En la Liga LEB, Roman Rubchenko es el único jugador que puede verse beneficiado por esta sentencia del tribunal de Nancy. Nacido en Ucrania pero formado en la NCCA, Rubchenko se ha convertido en una de las grandes sensaciones de la categoría y un punto de referencia fundamental en el dibujo de Paco Olmos. Su nueva condició de comunitario le abrirá definitivamente las puertas de la élite, aunque el Drac Inca puede dar un salto cualitativo importante a corto plazo si logra ingresos para poder reforzar su juego interior. El club tiene ahora la oportunidad de mantener a Jeff Chambers y Roman Rubchenko e incorporar a un nuevo jugador extranjero, lo que supondría un golpe de efecto industrial en la segunda parte de la fase regular y los playoffs.