El filial amontona más de 30 días sin conocer la derrota. El conjunto de Juan Ramón López se ha rehabilitado a base de goles, empaque defensivo y una extraordinaria condición física. El pasado 17 de octubre el conjunto balear superaba al Gandía (5-2); casi un mes después, el 15 de noviembre, el grupo rojillo se imponía al Sabadell (1-0) y sellaba el quinto encuentro sumando. El Mallorca B ha transitado de la mediocridad a la elite en cinco jornadas y su aspecto ha mejorado. Se encuentra en la quinta posición, en la frontera entre las plazas de liguilla y la zona templada.
El conjunto mallorquín cotiza al alza y su progresión es ilimitada. Sólo ha perdido dos encuentros (en casa ante el Hércules y en Castalia frente al Castellón) y nunca se ha mostrado excesivamente inferior al rival. Tras ceder ante los albinegros (3-2) el conjunto bermellón ha encadenado una serie de resultados que le han permitido acercarse a la cabeza. Primero goleó al Gandía en una gran lección de efectividad (5-2); posteriormente aprovechó la debilidad del colista y se impuso en Alzira (0-2); mantuvo su trayectoria ascendente venciendo en un partido épico al filial del Valencia (3-2); logró puntuar en el Mini Estadi en un choque en el que mereció algo más (2-2); el pasado domingo pasó por encima del Sabadell y se quedó corto en el gol (1-0).
El filial se examina el domingo (Municipal de Santa Coloma, 11.45 horas) ante la Gramenet, uno de los equipos que se ha reservado una de las acreditaciones para acceder al segundo ciclo. Juan Ramón López puede recuperar a Alvaro Cámara y a Alyson, que debe regresar de su país.