Bàsquet Inca creará una comisión de trabajo paralela a la junta directiva para estudiar la viabilidad del club en la máxima categoría del baloncesto español. El club, aunque de forma reservada, considera que su plantel actual cuenta con argumentos para lograr una plaza en la Liga ACB "tienen ese derecho los dos primeros clasificados de la LEB" y que durante el mes de mayo "fecha en la que se disputa el último playoff" podría toparse con un problema industrial. Las exigencias de la Asociación de Clubes son importantes, sobretodo en el aspecto económico, y Bàsquet Inca quiere sentar las bases para facilitar su acceso a la mejor liga de Europa.
Inicialmente, esta nueva comisión que trabajará en el proyecto ACB estará compuesta por miembros ajenos a la cúpula regente, aunque no se descarta la inclusión de algunos componentes de la actual directiva. Pep Mula, directivo fundador y gerente de la entidad hace dos temporadas, puede ser su máximo responsable. Mula, al igual que Martí Llull, abandonó esta temporada el equipo de gobierno inquense, aunque continúa colaborando y manteniendo ciertos vínculos con la entidad. Federico Cerro, vicepresidente de la Federació de Bàsquet de les Illes Balears, y Antoni Salas, presidente del comité territorial de árbitros, son dos nombres que también podrían integrarse a este nuevo grupo.