El español Emilio Alzamora (Honda) consiguió su primer título mundial de los 125 c.c. al concluir segundo el Gran Premio de Argentina de la cilindrada, disputado ayer en el circuito Óscar Gálvez de Buenos Aires, y muy a pesar de la conducta antideportiva de la que hizo gala en la última vuelta su único rival, el italiano Marco Melandri (Honda).
En un final digno de ser sancionado por los comisarios deportivos de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) "que probablemente sea penalizado pero no descalificado" el piloto italiano esperó a su rival, el ya campeón mundial Emilio Alzamora, para buscar el error o la llegada del tercer clasificado de la prueba, el también italiano Roberto Locatelli (Aprilia) y propiciar el fallo o la caída de su enemigo para así adjudicarse el título. Pero no le salió bien, pues ni su propio compatriota Locatelli quiso hacerle el juego y se quedó tras ellos a la expectativa. El título se lo había ganado por coraje y deportividad el español.
No lo consiguió, pero evidentemente puso todo el empeño, frenando en sitios incomprensibles y ralentizando el ritmo de carrera, que hasta ese momento había llevado en más de seis segundos, pero ninguna de sus artimañas le valió, Emilio Alzamora hizo la carrera de su vida y logró un título mundial que tanto él como el dueño de su equipo, el «campeonísimo» Àngel Nieto habían buscado con ahínco en los últimos años.
Nadie se acordará mañana de que Emilio Alzamora "al que el punto que le regaló su compañero de equipo Gelete Nieto en Australia tras caerse tocado por Ueda le ha valido un campeonato", después de 6 grandes premios, se ha proclamado campeón del mundo sin ganar un solo gran premio. No ha hecho falta, ayer recibió el premio a su regularidad, estuvo en el podio en diez ocasiones y sólo se quedó sin puntuar en una carrera, en Suráfrica, donde su propio compañero de equipo le tiró por los suelos.