Son miembros de esa poblada especie de deportistas que han alcanzado el triunfo a base de hacer maletas. Martín Ferrer (Palma, 1-11-73) y Francisco Vázquez (Ibiza, 7-3-74) harán un paréntesis en sus historiales de ACB para regresar a la cancha insular. Los dos abandonaron sus lugares de origen en los primeros noventa y a los dos el baloncesto les ha recompensado el sacrificio. «Salir de casa con 13 años es muy duro pero al final conseguí aclimatarme», señala Ferrer, que lleva una apacible vida en una granja de León. El alero del León Caja España llega a la Universiada en un momento de transición y mirando al futuro con plena confianza. «Participar en estos Juegos es una gran satisfacción para mí, y más hacerlo ante tu propia gente», asegura el mallorquín, que comparte con Paco Vázquez la medalla de oro que logró la selección nacional promesas en los Juegos del Mediterráneo celebrados en Bari.
Palma 99 tampoco deja indiferente a Paco Vázquez. Titular de un palmarés en el que brilla con luz propia el campeonato ACB que conquistó en la temporada 97/98, este ibicenco compagina a trancas y barrancas sus estudios de primero de INEF con las exigencias del baloncesto profesional. La llegada de Vázquez al banquillo del TDK Manresa no pudo tener mejor saldo. Sentado en el vestuario junto al abuelo Chichi Creus "«nunca olvidaré lo mucho que me ayudó al principio»" Vázquez celebró el primer entorchado ACB de su carrera al final de aquel primer curso.