El encuentro entre el Chelsea y el Real Mallorca sentará todo un precedente en materia de seguridad. La Delegación de Gobierno ha organizado un dispositivo policial hasta ahora nunca visto en un acontecimiento deportivo en nuestra comunidad. 600 miembros de las fuerzas de seguridad entre Policía Nacional, Guardia Civil y efectivos contratados por el club velarán por la seguridad de los aficionados y por controlar a los 2.000 hooligans que estarán en el Lluís Sitjar.
La Policía Nacional desplegará para este partido a la gran mayoría de sus grupos de élite. Por primera vez en la historia llegará desde la península una unidad de caballería formada por más de diez policías montados a caballo. También se desplazará un grupo de policías con perros adiestrados, una brigada de seguridad ciudadana y un grupo de intervención policial.
Los aficionados ingleses entrarán casi tres horas antes al campo. Los motivos son claros: primero para situar con tiempo a los hinchas del Chelsea y segundo para intentar que los que entren embriagados, con el tiempo que transcurra, neutralicen los efectos del alcohol. Algunos aficionados ingleses ya están en Palma aunque el grupo más peligroso llegará el día antes y también el mismo día del partido.