La expedición del Real Mallorca llegó ayer de madrugada a Palma. El vuelo chárter que transportaba a futbolistas, técnicos, directivos y aficionados aterrizó a las seis de la mañana en Son Sant Joan y las caras de cansancio eran la tónica predominante.
Sin embargo el empate conseguido en Stamford Bridge eclipsaba cualquier síntoma de agotamiento. Mientras los jugadores recogían las maletas los aficionados disfrutaban de charlar con los futbolistas y se congratulaban todos del buen resultado conseguido en Londres. Pese a la hora intempestiva en la que se llegó, no faltaron tampoco a la cita los aficionados argentinos que se aproximaron a la terminal de llegadas para felicitar a los hombres de Cúper.
El alcalde de Palma, Joan Fageda, llegó también junto al resto de expedicionarios y en su rostro se veía reflejado el cansancio y la alegría. La ilusión por llegar a la final superaba cualquier síntoma de sueño.