Badajoz vive con intensidad la vertiginosa ascensión de un club de nuevo cuño. Fabricado durante este verano para jugar en LEB y ponerse con rapidez a la misma altura que los vecinos de Cáceres, el conjunto extremeño se ha posicionado entre la élite de la categoría. Martín Fariñas, el hombre que ocupa el banquillo de madera, ha logrado confeccionar un equipo casi a su imagen y semejanza.
Bàsquet Inca visita al líder para consumar una misión imposible sobre el papel. El desequilibrio es absoluto se mire por donde se mire. Badajoz se ha encumbrado gracias a sus 13 triunfos, mientras que el cuadro mallorquín sigue anclado en el último puesto gracias a las 13 derrotas que aparecen en su casillero. Badajoz cuenta con todo un arsenal de recursos. Un director de juego cerebral "Jaume Comas" y otro más explosivo "Francisco Martín"; un consumado francotirador como José Hidalgo, aleros versátiles con facilidad para penetrar "Jesús Poves y Antonio Benítez" y un juego interior demoledor con nombres propios: mJohn Blake, Steve Horton y Sergio Sánchez.
En el Bàsquet Inca la situación es casi inversa. Muchos escoltas, muchos cuatros y nada más. El sello de Ventura sigue impreso. El anhelado pívot continúa sin llegar y Pep Miquel Arbúcies deberá seguir repartiendo papeles a actores que tendrán problemas para interpretar.