El piloto español de Moto2 Pedro Acosta (KTM) confesó que su primer Mundial, cosechado en la categoría de Moto3 en 2021, fue «un gran problema» en su carrera por todas las «expectativas y ganas que generó en la gente», algunas de las cuales «no fueron tan realistas», al mismo tiempo que destacó su «constancia» para subirse al trono de la segunda clase este año, y recalcó el esfuerzo que tuvo que hacer su familia, sobre todo su padre y su abuelo, que «se la jugaron de verdad para sacar a un niño adelante», y el apoyo de una marca que «desde el día uno dio todo y más».
«Nadie se esperaba que alguien que se quedó sin equipo, de golpe apareciera en el oficial de KTM y ganara. Ni ellos mismos. Pero sin este equipo no hubiera sido posible, porque, desde el día uno, KTM dio todo y más de lo que tenían para que saliera bien el año, incluso haciendo piezas como un sillón diferente. Estuvimos en el momento y en el lugar adecuado», comentó sobre su reciente triunfo en Moto2 en una entrevista a Europa Press.
El joven piloto, de 19 años nacido en el municipio murciano de Mazarrón, completó en 2023 un año excepcional para proclamarse campeón de la categoría intermedia en su segunda temporada. Pero no fue sencillo, ya que tuvo que afrontar un exigente y complicado 2022 de aprendizaje. «Yo seguía pilotando como siempre y me sentía bien, hacía las mismas cosas de siempre, pero me caía, cometía errores, perdía tiempo en pista, y no mejoraba», dijo sobre el año pasado.
«En Jerez empezamos a hacer las cosas bien. Llegamos a Le Mans, dimos un paso muy grande, era el segundo fin de semana que solo me caí una vez. Ganamos en Mugello la primera carrera y a partir de ahí fue muy bien el año, porque quitando las dos carreras que me perdí por la lesión, estuvimos casi todas en el 'top 6', hicimos una mejora muy grande», recordó.
Y es que 'El Tiburón' destacó que «toda esa experiencia» de los «errores» al pudieron «trasladar a 2023», año de su consagración como uno de los pilotos con más presente y futuro. «No vengo aquí a engañar a nadie, la moto que hemos estado usando este año ha sido la misma que usamos el año pasado a partir de Mugello», reveló.
«La gente del equipo veía que era posible, yo me motivaba, los veía con ganas y me decían: 'La moto está para ganar, hacerlo bien es cosa tuya'. Soy un piloto agresivo y muchas veces no es beneficioso. Creo que la constancia y la base del trabajo que hicimos en 2022 ha sido la que nos ha llevado al título en 2023», agregó sobre su progreso hasta el reciente título.
El valor de las red bull motogp rookies cup
Y ya con dos títulos bajo el brazo en solo tres años en el Mundial -algo para lo que Marc Márquez necesitó cinco temporadas-, Acosta no olvida sus orígenes, con las Red Bull MotoGP Rookies Cup jugando un papel crucial en su carrera. «Lo fueron todo para mí. Vengo de una familia sin dinero para invertir en un hijo, era eso o no correr», manifestó rotundo.
«Que me escogieran fue lo que impulsó mi carrera, porque si ese día hubiera salido mal, ahora mismo estaría en mi casa pescando con mi padre. Significaron más para mí que entrar en el Mundial o el fichaje por KTM», dijo sobre la oportunidad en el campeonato junior que corrió en 2019 y 2020, con un subcampeonato y un título, respectivamente.
Y es que la figura de su padre y su abuelo es clave para entender la evolución del joven piloto. «Hipotecaron una empresa para sacar a un niño adelante, se la jugaron de verdad con los ojos cerrados. Da gusto llegar a casa y ver a la persona de verdad que te ha apoyado, porque aquí no vino una persona a decir yo pago la carrera del niño, no fue así», celebró.
«Mi padre tenía una Suzuki 1000, la K4 2004, y me acuerdo de ir con él a Cartagena a verlo rodar con sus amigos. Allí había un parque con una escuela con un montón de niños y tal, y yo tenía ya una moto de cross pequeña. Que hubiera más niños, que no estuviera solo, fue lo que me dio las ganas de seguir. Al final, hice amigos y me lo sigo pasando igual de bien que esos días», apuntó sobre cómo se inició en las dos ruedas.
Y todavía queda «más de lo que parece» de ese niño en el Acosta campeón, que no ha olvidado «divertirse» en los circuitos. «Lo dije el primer día que entré en el box de MotoGP, que no quiero ver malas caras, porque vengo aquí a reírme, no vengo a 'trabajar'. No merece la pena amargarse o estar de mal humor por nada. Por esto, sigue la pasión del niño que empezó, ahora es mi profesión, pero me sigue motivando», valoró.
"quedarme en moto2 fue un acierto en mi carrera"
En ese primer contacto con las motos es cuando Acosta comenzó a definir su referentes en este deporte. Primero, recordó a Kevin Schwantz, piloto estadounidense que veía junto a su padre. «Ya más mayor», viendo las carreras «en los bares, cuando salía a cenar o a comer», se enganchó por Casey Stoner, «por las derrapadas, el estilo diferente»; así como por Jorge Lorenzo en Yamaha y ahora por Dani Pedrosa, probador actual de KTM.
Sin embargo, no todo ha sido 'bonito' para el murciano, que reconoció que «el primer Mundial fue duro». «Considero que ese ha sido el gran problema de mi carrera, de momento. El ganar mi primer Mundial a la primera, porque creó una expectación, una imagen y unas ganas en la gente. Muchas de esas expectativas eran realistas y otras no tanto, para ser sinceros», dijo sobre su título de Moto3 en 2021 en su estreno en el Mundial.
«De ahí vinieron muchos de los problemas que tuve en Moto2 al principio, de quizá autopresionarme, tener más ganas de la cuenta, no tomar ese tiempo de aprendizaje necesario. Ahora, con la experiencia, las críticas o este tipo de comentarios no me afectan tanto o no los escucho tanto como hace dos años», añadió.
Ese tempranero Mundial le dio la opción de subir directamente a MotoGP, saltándose el paso por Moto2, algo que «no merecía la pena» ni era «realista» con 18 años. «Nos lo tomamos con calma, estoy contento de esa decisión, pasar a Moto2 me sirvió para asentar una base con una moto grande, de una categoría que creo que a tanta gente se la atraganta. Por eso, fue un acierto en mi carrera deportiva», admitió el de Mazarrón.