Las aguas de Enoshima, el campo de regatas de estos Juegos Olímpicos de Tokio, traen muy buenos recuerdos al primer balear en liza. El formenterense Mateo Sanz (Sant Francesc Xavier, 1993) sabe lo que es subir al podio dentro de la clase RS:X Masculina en un Mundial (plata en 2017) y en la Copa del Mundo (plata en 2019) en este escenario, en el que vivirá su segunda experiencia olímpica, acompañado por su entrenador de toda la vida, Asier Fernández, y con la experiencia que da su paso por Río 2016, donde acabó en un puesto catorce que tiene como meta mejorar de manera ostensible.
Compitieno de nuevo por Suiza, el primer olímpico nacido en Formentera abre el camino que seguirán desde el miércoles Paula Barceló (49erFX) y Joan Cardona (Finn), que al contrario que Sanz se estrenan en la gran competición de la vela, aunque lo hacen alavados por sus resultados y su ránking mundial, que les colocan en todas las quinielas para colgarse una medalla en sus respectivas clases.
Por delante, Mateo Sanz tendrá cuatro pruebas en las que ganarse un hueco en la Medal Race del 31 de julio, amarrar el diploma, y desde ese punto, apuntar hacia las medallas sobre la tabla del RS:X helvético, pero siempre mirando hacia su isla natal.