Mallorca no solo es conocida por su belleza mediterránea y su riqueza cultural, sino también por ser el lugar donde nació una de las grandes estrellas del fútbol femenino español: Patri Guijarro. Nacida en la capital, Palma, en 1998, creció en un entorno privilegiado, y es que el municipio combina modernidad y tradición.
Palma no es solo historia. También es una ciudad dinámica y cosmopolita. En sus calles conviven boutiques de lujo, mercados tradicionales, cafeterías con encanto y una vibrante escena cultural. El Paseo del Borne, es un elegante boulevard lleno de tiendas, árboles y terrazas. El Casco Antiguo, con su laberinto de callejones, patios interiores y edificios centenarios, es perfecto para perderse y descubrir joyas ocultas, desde galerías de arte hasta tascas de cocina tradicional.
La ciudad también vive con pasión sus festividades, como la Nit de Sant Joan o las Festes de Sant Sebastià, patrono de Palma, que iluminan las calles con conciertos, fuegos y cultura popular. La gastronomía palmesana es una delicia mediterránea. Entre sus platos típicos están la ensaimada, el tumbet, la sobrasada y el frito mallorquín. Sus mercados, como el Mercat de l’Olivar o el Mercado de Santa Catalina, mezclan lo tradicional con lo gourmet.
Con el Barça, Guijarro ha ganado múltiples títulos de liga, Copas de la Reina y Champions League, consolidándose como una de las mejores centrocampistas de Europa. A nivel internacional, ha sido campeona del mundo con la selección española femenina en 2023, y también destacó en categorías inferiores, siendo Balón de Oro y Bota de Oro en el Mundial Sub-20 de 2018.
Respetada por su liderazgo y entrega, Patri es un referente para las nuevas generaciones del fútbol femenino y una de las grandes embajadoras deportivas de su ciudad natal, Palma.