El Poblense ha ascendido a Segunda RFEF tras ganar cero a uno en el campo del Formentera en un encuentro disputado de tú a tú ante uno de los rivales más potentes del grupo y en el que hizo valer uno de los dos resultados que le permitían ascender. El empate era suficiente para el equipo de Óscar Troya a la hora de conseguir el sueño del ascenso y finalmente el triunfo por cero a uno ha sido más que suficiente para que el histórico equipo azulgrana ascendiera de categoría.
En un encuentro muy serio y donde los jugadores del Poblense han demostrado su oficio y carácter, el once mallorquín ha jugado bien sus cartas manejando la ansiedad del rival y a su vez sintiéndose siempre bien plantado y ordenado sobre el terreno de juego.
En la segunda parte el Poblense tuvo hasta tres ocasiones prácticamente seguidas para poder marcar, pero faltó acierto. Los azulgrana taparon mucho los espacios al rival y fueron creciendo poco a poco a media que fue transcurriendo el encuentro. Fruto de esa presencia en el terreno de juego llegó el gol de Diego a los 82 minutos sembrando la locura entre la plantilla, el cuerpo técnico y la afición azulgrana. El gol de Diego dejó muy tocado al Formentera que necesitaba dos goles más para poder remontar. Los de Troya aguantaron muy bien hasta el final del encuentro donde sellaron el anhelado ascenso a Segunda RFEF.
El proyecto liderado por el presidente Miquel Molondro ha encontrado la justa recompensa del ascenso de categoría tras años de trabajo serio con Troya en el banquillo y sobre todo con una plantilla cuyo comportamiento ha sido siempre profesional demostrando estar muy comprometida con la entidad.
Ha sido una temporada histórica donde además de firmar una brillante Copa del Rey con la visita del Villarreal al Municipal, ahora se ha redondeado con un ascenso que devuelve al histórico Poblense a una categoría muy exigente, pero donde está preparado tanto a nivel económico como deportivo para poder asumirla. Además ha sido campeón de su grupo y jugará la Copa del Rey el próximo curso. Espectacular.
Enhorabuena Óscar Troya, te lo mereces