Un mensaje mientras asistía a sus clases de tercer curso de periodismo en el CESAG le abrió las puertas al sueño al que ha puesto rumbo Adrián Garrido (Palma, 18-11-01), que esta semana cuelga la camiseta del Andratx para ajustarse la de Guinea Ecuatorial. El máximo goleador del grupo balear de Tercera (17 goles) está concentrado en Malabo y cuenta las horas para vivir su primer partido como internacional en el doble duelo que la Nzalang disputará frente a Botswana en la fase de clasificación para la Copa de África.
«Cuando salí de clase devolví la llamada y era de la selección. Fue inesperado y alguno me pregunta si no pensé que era una broma, pero se dio la suerte de que era verdad. Es una buena oportunidad», relata Garrido, que aterrizó el domingo en la tierra de sus padres y abuelos. «Me hace mucha ilusión jugar aquí y conocer el país en el que está la mayor parte de mi familia», dice tras completar la burocracia para la doble nacionalidad.
Su primer contacto con el combinado nacional de Guinea Ecuatorial, además de ingresar en el grupo de Whatsapp, fue su capitán Emilio Nsue, que le felicitó por la llamada. Precisamente aprender de profesionales es uno de los aspectos que más le atrae de su convocatoria. «Quiero vivir la experiencia, ver como es el ambiente y un fútbol que no he tocado. No espero tener un papel protagonista al ser la primera vez que voy y por venir de Tercera, pero me gustaría exprimir lo que me puedan decir jugadores como Nsue o Iban Salvador», dice.
En el Andratx ha supuesto una alegría su llamada. «José (Contreras) se alegró mucho. Si no me ficha, me pone y rindo no llego a esto. Es una oportunidad que le refuerza a él y al club», razona Adrián en una temporada que está saliendo «mejor imposible».
Empezó en el Son Roca y después pasó por el Atlètic Baleares, La Salle, el Sporting Ciutat de Palma y la Penya Arrabal. Su eclosión llega en su segunda temporada en Tercera justo después de dar un paso atrás para tomar impulso, ya que fue en Preferente y con el Porreres con el que se reencontró con su mejor versión con Miguel Soler como entrenador tras no funcionar en el Collerense. «Acabé bloqueado mentalmente y necesitaba reencontrarme. La dinámica que cogí a partir de marzo es la que he mantenido. Necesitaba continuidad y confianza», dice.
El salto al panorama internacional le puede abrir puertas, pero el pichichi de Tercera tiene claro que quiere «aprovechar el momento». «Todos soñamos con vivir de esto, pero no quiero pensar en el futuro, sería sería un error mirar más lejos cuando ahora tengo ahora un momento tan bueno. Pienso que la vida acaba siendo justa y te pone donde te mereces», apunta.
Se enamoró del fútbol viendo a Ronaldinho y por sus condiciones siempre se fijó en Lukaku, aunque intenta «absorber» cosas de diferentes futbolistas que jueguen como él en punta o de extremo. Sus referentes como estudiante de Periodismo son ‘La Media Inglesa' y la «escuela o generación que ha sabido adaptarse a medios tradicionales y diferentes formatos y divierten e informan como Alberto Edjogo-Owono», que también fue internacional con Guinea Ecuatorial. Apasionado de otros deportes como la Fórmula 1 o el tenis, a Adrián Garrido, que aún no ha definido sus preferencias sobre el medio en el que desarrollarse, le gusta escribir y está a punto de firmar una de las páginas más brillantes de su carrera en el campo.