Minutos antes de las siete y media de la tarde de este martes se abrieron las puertas de la terminal de llegadas del aeropuerto de Palma para que una campeona del mundo las cruzara y recibiera un homenaje monumental. Lucía Corrales, flamante campeona del mundo sub-17 de fútbol tras ganar en la final a Colombia, ya está de nuevo en casa con la medalla de oro colgada y la emoción todavía en su rostro por haber conseguido engrandecer todavía más la nómina de grandes deportistas de nuestra comunidad y en especial de la Isla.
Amigos y familiares con su madre Isabel a la cabeza esperaban desde antes de las siete la llegada de la campeona, que aterrizó con el oro colgado y enfundando la camiseta de España. «Es un orgullo este recibimiento y que tanta gente haya venido. En la cinta de equipajes ya escuchaba gritos y me imaginaba que vendría mi familia, pero han venido muchos más. Estoy muy feliz y les estoy muy agradecida a todos», dijo.
Lucía tuvo un gran protagonismo en este campeonato, sobre todo al anotar el tanto en las semifinales que permitió a España derrota a Alemania y luchar por el oro. «Es un sueño hecho realidad para todas», apuntó la jugadora del Barcelona y natural de Inca. Sin duda la joven deportista está recogiendo el trabajo de estos últimos años y que le están llevando poco a poco a ser una de las mejores jugadoras a nivel nacional.