El Eintracht de Frankfurt, verdugo del Fútbol Club Barcelona, y el Glasgow Rangers disputarán en el estadio Sánchez Pizjuán de Sevilla la final de la Europa League. El conjunto alemán se impuso al West Ham, mientras que la escuadra escocesa eliminó a uno de los grandes aspirantes a conquistar la segunda competición continental como el Red Bull Leipzig. El duelo definitivo tendrá lugar el próximo 18 de mayo en la capital andaluza, donde se prevé una afluencia masiva de aficionados de ambos equipos teniendo en cuenta los precedentes de sus seguidores.
El Eintracht prolongó su extraordinaria andadura en la Liga Europa, frustró las pretensiones del West Ham, al que derrotó con una diana del colombiano Rafael Santos Borré, y de paso se tomó una doble revancha hacia la final que tendrá lugar en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán de Sevilla, en la que se enfrentará al Rangers escocés. El conjunto germano se desquitó de la semifinal perdida hace tres campañas ante el Chelsea en la tanda de penaltis y de la eliminación, también en la penúltima ronda, de la Recopa de 1976, ante el propio West Ham. El verdugo, entre otros equipos, del Betis y el Barcelona, ya había ganado en Londres en la ida por 1-2. Todo le fue de cara en su Deutsche Bank Park salvo la retirada temprana, por un problema muscular, de su zaguero Martin Hinteregger.
Un estadio como Ibrox Park y un equipo como el Rangers, no hace tanto en la Tercera división del fútbol escocés, se merecían una alegría como la de este jueves, un día inolvidable para la afición protestante porque remontaron al RB Leipzig (3-1) y jugarán su primera final europea en doce años. Campeones de la Recopa de Europa en 1972, los escoceses tendrán la oportunidad de vengar la final de la Uefa perdida, en 2008 contra el Zenit de San Petersburgo, en Sevilla el próximo 18 de mayo, gracias a una noche de magia en Ibrox. Una noche en la que un equipo sin delanteros fue capaz de levantar el 1-0 de la vuelta e imponerse por 3-1 a un Leipzig que no cumplió su papel de favorito.