Con la Segunda División B envuelta en la incertidumbre sobre la fecha de vuelta a la competición y el nuevo formato que regirá en la categoría de bronce, el Poblense refrendó su confianza en Óscar Troya, que liderará el proyecto azulgrana en su vuelta al tercer peldaño del fútbol español. Ilusión es la palabra que más resonó en el acto que sirvió para hacer oficial la continuidad del preparador mallorquín, que remarcó la capacidad de adaptación que tendrán que hacer gala ante el reto histórico que se le plantea a la entidad.
«Estoy dónde quiero estar y el Poblense está donde quiere estar», resumió Óscar Troya con la alegría propia del que se sientequerido y valorado. Después de consumar el ascenso tras varias tentativas, el técnico isleño vivirá su estreno en Segunda B.
Convertido en uno de los pilares del Poblense, ya trabaja en sintonía con el presidente, Miquel Molondro, y el director deportivo, Martí Munar, en la planificación sin perder de vista el escenario actual. «En estos momentos la salud esta por encima de la deportivo. Cuando nos toque ponernos en marcha nos adaptaremos de la mejor manera y con muchísimo trabajo para que sea una temporada histórica», indicó Troya.
El acuerdo para la renovación se ha materializado con la firma de un compromiso que parece no tener fecha de caducidad aunque sea por una temporada. «Será el entrenador mientras él quiera», resaltó el presidente Miquel Molondro, que tiene el convencimiento de que su entrenador tiene potencial para dirigir en categorías superiores.
La incertidumbre motivada por los rebrotes del coronavirus ha comprometido la puesta en marcha tanto de la pretemporada como la previsión del inicio del curso. «En estos momentos no tenemos día para empezar ni los entrenamientos ni la liga», explicó Molondro, que considera que los equipos de Balears serán «el comodín» que usará la RFEF para formalizar los grupos. «Hemos pedido que metiesen a los equipos de Balears en el mismo grupo y quedamos a disposición de la Federación para colaborar», concluyó el dirigente.