Real Sociedad 3-0 Atlético de Madrid
Real Sociedad: Rulli; Elustondo, Héctor Moreno, Navas, De la Bella; Illarramendi, Pardo (Zurutuza, min. 64), Canales; Januzaj, Oyarzabal (Juanmi, min. 71), Willian José (Bautista, min. 86).
Atlético de Madrid: Oblack; Vrsaljko, Godin, Savic, Juanfran (Vitolo, min 54); Saúl, Thomas (Gabi min. 74), Koke, Correa (Torres, min 46); Gameiro, Griezmann.
Árbitro: Alberola Rojas (Comité Castilla- La Mancha). Amonestó a Juanmi.
Goles: 1-0, min. 27: Willian José. 2-0, min. 2-0, min. 79: Juanmi. .3-0, min. 90: Juanmi.
Incidencias: Partido de la trigésimo tercera jornada de la Liga Santander, disputado en el estadio de Anoeta ante 21.404 espectadores.
La Real Sociedad sigue de dulce con el cambio de entrenador y sumó, con una lección de fútbol ofensivo, una nueva victoria ante un Atlético desconocido al que goleó y que sólo inquietó en acciones a balón parado.
Los donostiarras, apurando sus escasas opciones europeas que las matemáticas no han descartado todavía, quiso tutear a un conjunto madrileño que tampoco había dicho adiós definitivo a la liga, el balón estuvo sin un dominador claro y los porteros tranquilos salvo un susto para los donostiarras en el minuto 20 de Godín que Gero Ruli minimizó.
El Atlético no estuvo sin embargo a gusto en la primera mitad porque los locales comenzaron a llegar con peligro y en el minuto 27 abrieron el marcador en una excelente jugada de banda de Januzaj, que dejó un balón para un remate de calidad de Willian José, que lograba su decimocuarto gol esta temporada al superar por bajo a Oblack.
Antoine Griezmann, un tanto nervioso ante la que fue su afición durante cinco años, que le despidió además con una fuerte pitada al descanso, lo intentó en el tramo final del partido, en el que fue el faro ofensivo rojiblanco aunque la defensa realista estuvo muy firme sin sufrir en exceso.
Los guipuzcoanos tendrían además en ese período final una clara oportunidad en las botas de Januzaj, el talentoso delantero belga que muestra su mejor versión con la llegada del nuevo técnico, quien remató para el 2-0 con un intencionado disparo que rozó el poste de Oblack.
El Atlético salió a morder en el segundo tiempo, buscaba sorprender a una Real solvente en defensa y la entrada de Fernando Torres y Vitolo acrecentó la sensación de peligro, más virtual que real porque los rojiblancos tampoco tiraron durante los tres palos hasta el minuto 63.
Mucho tiempo de juego en el centro del campo, la Real sin llegar al área de Oblack con peligro y dejando además mucho terreno atrás para los veloces atacantes colchoneros, que metieron el miedo en el cuerpo a la afición realista cada vez que montaban alguna contra.
El Cholo Simeone se desesperaba sin embargo en la banda, su equipo amagaba pero estaba plano en el remate y un cabezazo, con todo a favor de Fernando Torres, que el delantero de Fuenlabrada envió fuera por muy poco fue lo poco que recordó el potencial rojiblanco.
La desesperación atlética iría en aumento cuando la apuesta de Simeone para este partido el croata Vrsaljko hizo lo propio al saque de una falta, pero erró su remate en la ocasión más clara del partido para haber empatado y luego llegaría el jarro de agua fría para los de Simeone.
La Real despertó y volvió por sus fueros a veinte minutos para el final en una combinación de Zurutuza, Januzaj y Willian José que el brasileño malogró por escasos centímetros cuando el segundo parecía cantado.
Otro triangulación de dibujos animados de una Real que jugaba sus mejores minutos de la temporada, en este caso Januzaj- Willian José y Canales, permitió al cántabro culminar con un duro disparo una gran acción ofensiva coral que otra vez lamió uno de los palos de la portería del Atlético de Madrid.
Los vascos cerraron el partido a diez minutos para el final en otra obra maestra de Willian José que habilitó de tacón a Juanmi, recién entrado en el campo, para que éste con sutileza superara la salida de Oblack ante el delirio de los seguidores txuri urdin.
El delantero andaluz marcaría también el tercero, ya con el tiempo cumplido, en un gran cabezazo que no encontró oposición en un Oblak que tuvo noches mejores y con Anoeta coreando «olé, olé» con el juego de su equipo.