El Málaga ha hecho público un comunicado en el que contesta a la carta abierta que este domingo facilitó su exjugador Sergi Darder, en la que afirmaba que exigió su salida al sentirse «utilizado», y destaca que no va a permitir que se ponga en duda la honorabilidad de sus dirigentes con fines «espurios».
«El club no va a permitir que nadie ponga en duda la honorabilidad de sus propietarios y dirigentes, ni en este ni otros casos en los que son atacados con el único objetivo de deteriorar sus estructuras con fines personales o espurios», destaca en uno de sus párrafos el comunicado ofrecido esta tarde por el Málaga.
El Málaga explica que «intentó retener al exjugador por todos los medios, siendo éste quien de manera insistente y ejerciendo todo tipo de presiones tomó unilateralmente una decisión, la de abandonar el club, que tenía perfectamente estudiada desde hacía más de un año».
La entidad añade en su escrito que «cabe recordar que ya en la primera jornada de la temporada 2014-2015 intentó, en una maniobra casi idéntica, abandonar la disciplina del Málaga CF, en aquel caso, teniendo Oporto como destino».
«El club entiende que no caben lecciones de malaguismo en quien apenas un año después de su debut en el primer equipo quiso marcharse, lo que consiguió, muy a pesar de todas las jerarquías del club, gracias a una cláusula de obligado cumplimiento, este pasado verano», apunta el Málaga.
«Son malaguistas los jugadores que están defiendo su camiseta o lo han hecho con orgullo y honor, así como los dirigentes y propietarios, cuyo único interés es el bien general, la estabilidad, viabilidad y crecimiento de la entidad, que está por encima de sus profesionales y aficionados, a los que unen un escudo y unos colores», subraya el comunicado en otro de sus párrafos.
El centrocampista Sergio Darder, que ya iniciada esta temporada dejó el Málaga para fichar por el Olympique de Lyon francés, publicó este domingo una carta abierta en la que afirmaba que exigió su salida del club andaluz al sentirse «utilizado».
El futbolista mallorquín, de 21 años, que llegó a los escalafones inferiores de Málaga en la campaña 2012-13 procedente del filial del Espanyol, pidió, además, disculpas a la afición malaguista por la precipitada marcha y explicó sus motivos.