La selección española tiene mañana su ensayo general para la Eurocopa de Polonia y Ucrania, donde pugnará por revalidar el título conquistado en 2008, con su último amistoso previo a ese campeonato, frente a la China de José Antonio Camacho en Sevilla, la última prueba para la campeona de Europa y del mundo.
En esta última cita en el sevillano estadio de La Cartuja, al que España vuelve casi doce años después, el seleccionador Vicente del Bosque se propone continuar engrasando la maquinaria y seguir fortaleciendo al grupo de veintitrés jugadores elegidos para luchar por alcanzar, de nuevo, la «gloria».
Tras diez días de trabajo entre Las Rozas y la concentración realizada en Austria, con otros dos amistosos saldados con cómodas victorias ante Serbia (2-0) y Corea del Sur (4-1), el equipo español podrá contar ya ante el de la República Popular de China con todos los seleccionados.
Las bajas por lesión del defensa Carles Puyol y del goleador David Villa, y el retraso en la incorporación de los nueve jugadores convocados del Barcelona y del Athletic de Bilbao, que hasta este viernes no se integraron al grupo tras disputar hace una semana la final de la Copa del Rey, han sido los únicos hándicap que ha tenido Del Bosque en la primera fase de la preparación para la Eurocopa.
Ya estaba previsto que fuera así y el seleccionador le ha restado importancia a ese hecho, que, paradójicamente, también ha servido para que jugadores jóvenes como De Gea, Domínguez, Beñat, Adrián, Javi García o Isco, los descartados de la lista definitiva, hayan trabajado estos días con la selección dando una muy buena imagen.
La valía que han demostrado también asegura el futuro relevo generacional en el equipo nacional y que «La Roja» seguirá contando con buenos mimbres para continuar como potencia mundial del fútbol.
España afronta este amistoso ante China, antes de viajar a Gdansk para entrar oficialmente en acción, con ilusión. Quiere despedirse de su afición dando una buena imagen y seguir encajando las piezas para que luego todo funcione en el objetivo de revalidar el título europeo logrado hace cuatro años, en la final contra Alemania.
Entonces, con su gol, brilló la «estrella» del delantero Fernando Torres, ahora en el Chelsea inglés. Tras pasar un bache por el que vio peligrar su presencia en la selección, en estos días de preparación y en los dos partidos disputados frente a Serbia y Corea del Sur ha recuperado el terreno que parecía haber perdido.
Este resurgir del «Niño» ha hecho que el debate previo se centre en quién será el elegido por Del Bosque para ocupar el puesto de delantero centro.
El gran dilema es la lucha por el 'nueve', en la que están inmersos Torres, el 'gigante' del Athletic Fernando Llorente y el sevillista Álvaro Negredo, quien fue finalmente el elegido para completar ese trío en detrimento del descartado Roberto Soldado. Vicente del Bosque ha dado minutos a los dos primeros en los dos anteriores amistosos y ambos respondieron con un gol cada uno.
El seleccionador cuenta con múltiples variantes y mañana, frente a la selección china, podría probar con Llorente y Negredo juntos, según lo visto en el ensayo del viernes, o bien dar una nueva oportunidad de inicio a Negredo después de que Torres fuera titular ante Corea del Sur y el de Vallecas saliera en la segunda parte.
Con la salvedad de Cesc Fábregas, que está muy mejorado de su dolencia muscular, no para jugar mañana pero sí para el estreno el 10 de junio ante Italia, según ha avanzado Del Bosque, los otros ocho jugadores del Barcelona y del Athletic podrán tener minutos a lo largo del partido, aunque ninguno saldrá de inicio.
Camacho retorna a Sevilla, donde dirigió a España los tres últimos choques jugados en La Cartuja cuando era seleccionador, en el que será el cuadragésimo tercer partido del equipo español en la capital andaluza, otrora «talismán» de la selección para los encuentros más relevantes.
Precisamente, la presencia de José Antonio Camacho, exseleccionador español entre 1998 y 2002, en el banquillo chino es otro atractivo más de este enfrentamiento contra la selección del país asiático, un combinado desconocido, pues todos sus futbolistas juegan en China y ninguno ha dado aún el salto al exterior.
China, que está en Sevilla desde el pasado jueves, es una selección en formación, que aspira a ir creciendo en el mundo del fútbol con un proyecto a medio y largo plazo, pese a su eliminación en la fase previa de clasificación para el Mundial de Brasil 2014.