Carlos Carmona Bonet, (Palma, 1987) se convirtió en el futbolista más joven en debutar con el Real Mallorca. Lo hizo a sus 17 años, 4 meses y 23 días. Fue en Mestalla en un partido Valencia-Mallorca disputado el 28 de noviembre de 2004. Pero triunfar en el Mallorca está caro y como muchos otros tuvo que irse para tratar de triunfar. Se marchó y trifunfó. Tras su paso por el club balear, recaló en Pucela para jugar con el Valladolid, siguió en Cartagena y Huelva y finalizó el año pasado en el Barça B. Ahora, los aficionados han podido seguirle en la Copa Audi disputada en Múnich.
El mallorquín marcó en la tanda de penaltis ante el Internacional y asisitió a Jonathan dos Santos en el segundo gol del Barça. El miércoles tuvo también minutos ante el Bayern y Guardiola ya confirmó que viajará con el primer equipo a la gira que el conjunto azulgrana llevará a cabo en Estados Unidos.
Carmona comenzó a destrozar botas de fútbol a los «cinco o seis años» en el Son Roca, ingresó en el Real Mallorca en alevines y desde entonces fue subiendo todos los peldaños del club hasta la cima del primer equipo, una meta que cruzó antes que nadie. Este tímido futbolista, sobrino de Paco Bonet y que empleaba su tiempo libre en un cursillo para obtener el título de Graduado Escolar, batió la marca establecida por Pepe Gálvez en el mallorca y ese frío día de noviembre de 2004 se convirtió en el futbolista más joven en debutar con la camiseta del Real Mallorca en Primera División. Pero su paso por el Mallorca, como el de otros muchos futbolistas, no terminó de ser firme, simplemente porque los que tenían que confiar en él no lo hicieron. No vieron más allá de un partido o dos, no se dieron cuenta del valor que tenían. Le dejaron escapar. Guardiola sí lo ha visto y ahora quiere seguir descubriendo su fútbol. Viste la camiseta azulgrana, la del primer equipo. Está en un grande.