El entrenador del FC Barcelona, Pep Guardiola, ha subrayado la importancia de la victoria contra el Rubín Kazán (2-0), por tratarse de un hueso para el equipo catalán, y por ser un once extremadamente defensivo.
"No sabíamos si iban a ir o no por las pocas posibilidades que tenían de clasificarse para octavos. Ha sido muy complicado porque se defienden muy bien", ha señalado Guardiola a la conclusión del partido esta noche en el Camp Nou.
"Siempre es difícil cuando un equipo está decidido a que no marques un gol. Al final, supongo que sabían que no tenían muchas opciones (el Copenhague, segundo, ganó 3-0) e intentaron algo", ha añadido.
De sus jugadores, ha celebrado el compromiso de los jóvenes que han debutado y han llevado al Barça a la victoria, ya que el conjunto catalán alineó a cinco jugadores del filial, y destacó el elevado nivel que ha tenido el grupo de clasificación.
Deseó que para el año que viene el Barça no quede enclavado en un grupo con equipos del norte de Europa tras la experiencia que considera que ha debido soportar el equipo catalán estos dos últimos años con el Rubín, o esta temporada con el Copenhague, al que considera "una sorpresa agradable", tras clasificarse para octavos.
El entrenador barcelonista se congratuló de la media entrada para un partido irrelevante, después de haberse congregado 50.000 aficionados en el Camp Nou. "Este equipo se ha ganado que la gente venga al campo y que nos echen una mano. Jugamos para ellos y siempre los hemos tenido al lado", ha añadido.