Joan Laporta, quien durante las elecciones que le llevaron a la presidencia del Barcelona prometió dos fichajes de lo que definió como «cracks mediáticos», presentó al segundo, Edgar Davids, tras haber incorporado al primero, Ronaldo de Assis, «Ronaldinho», en el mercado de verano. Mientras los responsables técnicos de la plantilla, Frank Rijkaard y Txiki Begiristain, abrían la puerta a un debut de Davids el próximo miércoles en la Copa del Rey frente al Levante, Laporta justificaba su consideración del ex jugador del Juventus en su condición de jugador «mundialmente reconocido». Sin embargo, el dirigente azulgrana justificó la razón principal de la llegada del holandés en la solicitud de Rijkaard y Begiristain, al tiempo que se felicitó por la prontitud en complacerlos.
Pese a la hipótesis que en Italia apunta a que Edgar Davids ha firmado un compromiso para la próxima temporada con el Roma, Joan Laporta insistió en que el Barcelona se ha reservado una opción para negociar con el jugador, del que destacó su esfuerzo por vestir de azulgrana con un contrato que incorpora en el apartado de retribución una variable en función de objetivos. Sin coste por la cesión hasta final de campaña, Laporta explicó que su club incorpora a un futbolista «maduro mentalmente, con unas condiciones deportivas excepcionales».
El presidente del Barcelona, quien consideró del todo intrascendente la nacionalidad de Davids, pese a la amplia colonia holandesa en el vestuario azulgrana, dejó también la puerta abierta a alguna nueva incorporación en el mercado de invierno si así se lo plantean los técnicos, aunque dijo contar con la comprensión de éstos ante las dificultades para atar en estos momentos jugadores. Davids, en su presentación, se mostró agradecido con su nuevo club por la oportunidad que le brinda y explicó que de su experiencia en los próximos meses dependerá su continuidad como barcelonista la próxima temporada, desvinculándola de la clasificación del equipo para Champions.