Recién aterrizados del Europeo transoceánico de Guadalupe y con una quinta posición de la que extraen conclusiones positivas (las lesiones y la carga de trabajo pasaron factura), los vigentes campeones de mundo de Madison inician el tramo decisivo hacia la defensa de su maillot arco iris.
Camino del año de su gesta en Cali, David Muntaner y Albert Torres preparan a conciencia una modalidad en la que centran el grueso de sus esfuerzos, lamentando que quedara fuera del programa olímpico.
El reto pasa por defender el título de Madison en los Mundiales de Saint Quentin-En-Yvelines (París), del 18 al 22 de febrero próximos.
Aunque antes, Muntaner y Torres tienen una agenda cargada. A nivel particular, y con la selección, en la que son, además de en Madison, especialistas en la persecución por equipos.
La prueba de la Copa del Mundo de Londres será una de sus contadas apariciones en americana, más allá del circuito de los Seis Días, que ya rueda en Gante (eran séptimos tras la segunda jornada), para del 26 al 29 desplazarles hasta Zúrich. En diciembre, Rotterdam (2 a 7) y Bremen (8 a 13) serán sus paradas, para en enero pulir su puesta a punto en Berlín (23 a 28).
El maillot arco iris ha multiplicado su cotización y la vigilancia. «Se nota que la gente busca más nuestra rueda. A veces es, incluso, muy descarado», asegura Torres.
El hecho de colgarse el oro en Cali, de alcanzar el título mundial, «nos han quitado una presión importante de encima. Ya lo hemos conseguido, y todo lo que venga ahora es un premio», admite Albert, a la espera de perfilar su futuro tras militar este año en el Movistar Ecuador.
Muntaner, que en 2015 tiene contrato con el Active Jet polaco, recuerda que «la presión la teníamos el año pasado. Sabíamos que algún día llegaría ese título... pero ahora hay que revalidarlo, que tal vez sea más difícil», explica el doble olímpico de Establiments, que junto a Torres lamenta que el calendario de Madison «quede ceñido a Mundiales, Europeos y Seis Días, aunque hay eventos de Copa del Mundo que la incluyen en el programa. La espina que tenemos clavada es no poder competir en unos Juegos...ojalá algún día vuelva».