El Palmer Alma Mediterránea Palma obró la gesta. Culminó una remontada que ha costado tiempo y sacrificio, y tras sumar su décimo triunfo ante el Unicaja Oviedo (74-69) y ver cómo Juaristi y Prat volvían a perder, sale por primera vez en muchos meses de las plazas de descenso (10-21), por las que transitaba desde la jornada quinta. Y tiene otras tres por delante para obrar el milagro de la salvación. Ahora, ya dependen de sí mismos, algo impensable semanas atrás.
Fue un torbellino desatado el Palmer Palma durante los primeros minutos. Espoleado por un Son Moix entregado y asfixiando desde la defensa a su rival, el equipo de Álex Pérez y Pau Tomàs se mostró acertado desde el perímetro, sólido en el triple, y tuvo en Pavelka un muro infranqueable en la pintura para marcar distancias de inicio (11-2).
No estaba nada cómodo un Oviedo que no encontraba buenas opciones de tiro y cuyo juego interior andaba fuera de sí. En esas, otro triple de Van Beck daba una máxima de 18 a los mallorquines (23-5), que maniataban a un adversario que se pasó más de seis minutos sin anotar en juego y vivió del tiro libre camino del final del primer acto, en el que Arteaga y McDonnell maquillaron el marcador (23-12, min. 10), minutos después de una sonora pitada a Lundqvist, a quien no le perdonaban su polémica salida.
La carga de faltas era un problema para Pérez y Tomás, obligados a gestionar una rotación de mínimos mientras se veían 18 arriba (23-5). Figueras, Van Beck y Peñarroya se ponían con dos personales, pero el Palmer respondía a ritmo de triples. Los de Brown y Kostadinov que volvieron a abrir brecha (29-16). Si el tiro exterior era la gran baza palmesana, bajo el aro era el Oviedo el que mandaba, aunque sin saber aprovechar su ventaja física y numérica.
Se fue creciendo el Oviedo de la mano de Arteaga. Una vez más... Y estrechó el cerco el equipo de Lezcano, con Jorgensen y Arteaga a los mandos (29-24) y con un parcial de 3-12 que abría el partido. Reaccionó el Palmer con Figueras en pista y apretando en el rebote, una de las virtudes que había permitido a los asturianos volver al partido.
Recuperó el mando el Palmer y la tercera falta de Jorgensen dio alas a los isleños, que volvían a respirar (38-26) merced al empuje de Kostadinov y cerraban el segundo parcial con un mate de Cosialls que señalaba el camino al vestuario once arriba para un Palma (42-31) que volvía a ser el de antes.
Sin Jorgensen lo pasó mal un Oviedo que encajó un 4-0 de salida tras el descanso (46-31) e iba recibiendo pequeños golpes que sangraron tras un triple vital de Cosialls (50-35, min. 25). Ahí empezó otro bajón peligroso, que aprovechó el Oviedo para, corriendo y sacando partido de sus centímetros, ponerse siete abajo (52-45) con más de dos minutos por delante para cerrar el tercer acto.
La técnica a Lundqvist y el temple de Kostadinov dieron aire al Palmer (57-45), que despegó definitivamente con un triple de Brown (60-45) que dejó aturdido a un Oviedo que daba señales de vida a fogonazos y encajaba un 8-0 que frenaba sus ansias. Aunque quedaba mucho por delante, pero la ventaja seguía siendo de los anfitriones, que iniciaban el parcial decisivo trece por delante (61-48).
Le tocaba sobrevivir al Palmer; al Oviedo y a las faltas que acumulaba en su casillero. Y lo hizo a lo grande, permitiéndose adornos como un triple de Kostadinov que dejaba encarrilada la victoria rumbo al ecuador del último cuarto (66-50). Pero le puso emoción el equipo de Lezcano, aunque la distancia de seguridad del Palma seguía siendo notable rebasado el ecuador del parcial (68-59).
Hasta que, al igual que ante el Girona, apareció Pol Figueras para clavar otro triple de esos que resuelven partidos, sacar del atasco al Palmer (71-59) y encontrar en otra canasta desde más allá de 6'75 de Brown la puntilla para el Oviedo (74-59). Los brazos interminables de Pavelka hicieron el resto en forma de tapones... El triunfo se quedaba en Son Moix. Y con él, la permanencia virtual a falta de tres jornadas. Prodigioso.
Ficha técnica
Palmer Alma Mediterránea Palma (23+19+19+13): Van Beck (12), Pol Figueras (9), Tomas Pavelka (13), Robert Cosialls (6), Joan Feliu (0) -cinco inicial-, Kostadinov (17), Brown (14) y Peñarroya (3).
Unicaja Oviedo (12+19+17+21): Atencia (8), Jorgensen (13), Kamba (0), Kabasele (12), McDonnell (10), -cinco inicial- Meana (0), Arteaga (7), Xavier (0), Lundqvist (17), Bartolome (0) y Elechi (2).
Árbitros: García León, Morales García y Cortés Payà. Eliminaron por cinco faltas personales a Joan Feliu, Pavelka y Brown. Castigaron con técnica a Lundqvist, Pavelka y Joan Feliu.
Incidencias: Palau d'Esports de Son Moix. Unos 1.500 aficionados. Acudieron la conselleria d'Esports, Fina Santiago; el presidente del IME, Francisco Ducrós, y el ex entrenador del Mallorca, Luis García Plaza.