El baloncesto balear se mueve para intentar salir del túnel en el que vive sumido el deporte no profesional en el archipiélago y a nivel nacional a consecuencia de la crisis sanitaria de la COVID-19. Con el curso ya finalizado, los clubes parados, sin actividad ni ingresos, y con ello los deportistas privados de poder realizar cualquier tipo de actividad, esta modalidad se enfrenta a un duro retorno a la normalidad. Más, cuando se trata de un deporte colectivo, de contacto y que principalmente se trabaja y juega en recintos cubiertos.
Ante la compleja coyuntura económica y social que se avecina, la Federació de Bàsquet de les Illes Balears (FBIB), que hace unos días dio por finalizada la campaña 2019/20 al alargar el Govern la interrupción de los eventos deportivos interterritoriales a lo largo de todo el mes de junio, está ideando y planificando una batería de medidas con las que actuar para paliar los efectos del coronavirus en su especialidad dentro de las Islas.
El equipo de trabajo de la territorial, con su presidente Juanjo Talens al frente, traza un plan de reactivación que pasa por desarrollar una serie de medidas de choque que tienen como principales beneficiarios a los clubes y a las familias.
La meta es amortiguar el impacto económico que va a suponer la nueva realidad para los diferentes estratos del deporte de la canasta, permitiéndoles disponer de ayudas con las que hacerse con nuevo material deportivo, necesario ante las restricciones que limitarán el desarrollo de los entrenamientos y su día a día, y las labores de limpieza y desinfección de las instalaciones y el citado material deportivo.
De la misma manera, la FBIB ha enviado un requerimiento a todos los ayuntamientos de las Balears para conocer la disponibilidad de sus instalaciones deportivas, tanto interiores como exteriores. La idea es poder hacer uso de ellas enseguida que la normativa lo permita y, con ello, activar la práctica del baloncesto dentro de la red que forman los clubes, a quienes se les informará de inmediato de la respuesta obtenida por parte de los consistorios.
Otra de las medidas que se va a poner en marcha es la gratuidad de las primeras licencias que se tramiten para la temporada 2020/21. Se buscará fomentar la práctica del baloncesto federado entre los más pequeños de la casa y, por ello, las nuevas fichas de las categorías de Iniciación y Premini serán gratuitas. De su coste se hará cargo la Fundació FEBIB 1935, que también trabaja en diversas iniciativas con las que dar contiuidad a las llevadas a cabo estas semanas, fundamentalmente dentro del campo del voluntariado social en el archipiélago.
Las estructuras de la Federació de Bàsquet de les Illes Balears van a focalizar buena parte de sus esfuerzos en esta estrategia de reactivación, que tiene un apartado telemático importante.
El desarrollo de diferentes cursos arbitrales y técnicos en formato on-line es otro de los puntos en los que se hace incidencia, pretendiendo, pese a la adversidad y las limitaciones, que la actividad dentro de estas parcelas no se detenga.
El apoyo de los colaboradores y patrocinadores de la FBIB será clave para el futuro del proyecto y, por el momento, la territorial ha encontrado el respaldo del grueso de ellos para intentar sacar adelante un ‘Plan Marshall' con el que lanzar un mensaje de esperanza al baloncesto balear, que encara una temporada trascendental a nivel deportivo, con la posibilidad de contar con una alta nómina de equipos en competiciones FEB, y que pretende asentar sus ligas territoriales, además de dar un paso al frente en las de formación, con programas como los de detección y tecnificación que son un punto de apoyo para los jóvenes jugadores. Para ellos se está trabajando en este plan.