No vale otra cosa que no sea ganar. Inmersos en un ambiente enrarecido en el entorno y en una dinámica de juego y resultados negativa, el B the travel brand Mallorca Palma regresa hoy al escenario de sus peores pesadillas. Son Moix dista mucho de ser un fortín para los de Félix Alonso, que amontonan cuatro tropiezos como locales y, tras perder el pasado domingo en Valladolid, prácticamente se despidieron del ascenso directo a la ACB.
Para despejar dudas y apelar al orgullo del vestuario, vencer hoy al Cáceres (18 horas) es una premisa clave. Además de para no descolgarse más de la zona noble y aprovecharm, al menos, el tropiezo del Coruña. Una vez reorientado el punto de mira, toca recuperar sensaciones. Y la dinámica positiva rota hace dos semanas frente al Alicante.
Podrá finalmente contar el BTTB con todo su arsenal. Recuperado Tunde Olumuyiwa, fundamental en la pintura, tanto Bropleh como Joan Tomàs han superado los problemas físicos que han sufrido esta semana y estarán listos para encarar un partido decisivo, determinante en el camino hacia el playoff, objetivo trazado ya por el club en vistas a alcanzar la meta final.
La irregularidad del Cáceres (11-10) lleva implícito un mensaje envenenado. Casi la mitad de sus triunfos han sido lejos de Extremadura (5), aunque en la ida, el B the travel brand sufrió para seguir dando forma a su mejor racha (62-68).
El equipo de Roberto Blanco combina una dosis de calidad y físico en la pintura y el perímetro que les hacen temibles cuando están en racha. La experiencia de Ricardo Uriz y Nikola Rakocevic articula el juego del Cáceres, que en el juego interior presenta a Kuiper y Joseph como estiletes de un estilo que impone el componente atlético y físico, junto a un elevado ritmo de juego, para intentar tomar las riendas del partido.
La tensión acumulada en la pista y en los despachos y el bajo rendimiento de algunos jugadores serán un hándicap añadido para un BTTB que ha cerrado filas tras la derrota de Valladolid y encara los trece partidos que faltan para agotar la temporada regular como sendas finales para coger ritmo y alcanzar las eliminatorias en el punto óptimo del que está lejos en el presente.