Francia 67 – 59 Australia
Francia (11+10+21+25): Ntikilina (2), Fournier (16), Batum (9), M' Baye (0), Gobert (2) -quinteto inicial-, Albicy (9), De Colo (19), Poirier (8), Toupane (0) y Labeyrie (2).
Australia (16+14+16+13): Patty Mills (15), Matthew Dellavedova (4), Nic Kay (9), Joe Ingles (17), Andrew Bogut (5) -quinteto inicial- Aron Baynes (5), Jock Landale (4), Mitch Creek (0) y Chris Goulding (0).
Árbitros: Roberto Vázquez (PUR), Ademir Zurapovic (BIH) y Ferdinand Pascual (PHI).
Francia consiguió este domingo, comandada por un gran Nando de Colo, su segundo bronce consecutivo en un Mundial de baloncesto, al derrotar por 67-59 a una Australia intermitente y que se fue desinflando durante el transcurso del partido.
Australia, que acarició la medalla en la mayor parte del encuentro (lideró el marcador durante 32 minutos), consiguió no obstante la mejor clasificación mundialista de su historia.
El base de los San Antonio Spurs Patty Mills protagonizó la primera ventaja de los australianos ante una Francia que se mostró más apática sobre la pista al comienzo y que no despertaría hasta mediado el tercer cuarto.
Mills fue también el encargado de convertir el tiro libre de la técnica que le pitaron a Gobert por un 'enganchón' que tuvo con Dellavedova (quien sacó tres faltas en ataque que desesperaron a los europeos).
En los primeros compases, Australia pareció ser más equipo que una Francia que no encontraba el camino al aro.
La salida de Nando De Colo a pista en el minuto 6 sirvió para finiquitar el parcial de 0-5 de los australianos con un tiro cercano. Fue quien mejor funcionó sobre la pista entre los de Vincent Collet, y cerró el cuarto con un triple sobre la bocina que subió el 11-16 al marcador.
No entró el que intentó en la reanudación del partido, y sí consiguió sumar de tres Joe Ingles en la jugada siguiente, para estirar la ventaja australiana hasta 8 puntos (Ingles anotó 11 puntos en ese acto).
Francia trabajó más en ataque en este cuarto y llegó a ponerse a cuatro (18-22, minuto 16), que volvieron a ser ocho al minuto siguiente. Al descanso, nueve: 21-30. El resultado, más que a una gran defensa, se debía a una falta de acierto, en particular de Francia, que llevaba 8 de 32 en tiros de campo.
Apretó en el tercer cuarto Francia, y llegó a rebajar a diez una ventaja australiana que se había ido hasta los 15.
Un poderoso mate de Poirier derribó la barrera de psicológica de los diez, que volvió a colocar Ingles con una penetración.
De Colo parecía el único de los franceses realmente interesado en repetir la medalla de bronce que lograron en el Mundial de 2014 y colocó a los suyos a seis, diferencia que redujo después a cuatro Fourier, el único otro francés «presente» en la pista.
Esa era la brecha con la que llegó el encuentro a falta de los diez minutos finales: 42-46.
Nada más empezar el último periodo, un triple de De Colo situó a los franceses a 1, y fue él mismo el encargado de poner al equipo por delante con dos tiros libres (minuto 32). Un triple del nuevo jugador del Fenerbahce en el ataque siguiente apuntaló esa ventaja francesa, la primera del partido.
En el 33, el partido estaba empatado a 50 y, a partir de ahí, la alternancia en el marcador fue constante.
De Colo fue también decisivo en los últimos minutos del partido, y terminó con 19 puntos (casi un tercio de los su equipo), 3 asistencias y 2 robos, dándole el bronce a una Francia que despertó a tiempo.