La preocupación en el seno del vestuario del Real Madrid es mucho menor que el pasado domingo, cuando un mal gesto de Rudy Fernández, dolorido en su maltrecha espalda, le obligó a abandonar la pista del Príncipe Felipe durante el encuentro que midió a los blancos con el CAI Zaragoza. Pese a que, en un principio, se temía por el concurso del alero mallorquín en el tramo más decisivo de la temporada, las primeras exploraciones a las que se sometió el internacional han desactivas las alarmas.
El diagnóstico inicial descarta una lesión de gravedad y refiere una fuerte contractura en la zona lumbar. Por ello, Rudy deberá guardar reposo durante unos días.
Por ahora, el mallorquín es baja segura para el partido que cierra el Top 16 de la Euroliga esta semana, y de cara al clásico ante el Barcelona del domingo, Rudy es seria duda, a la espera de ver cómo evoluciona.