El Atlético Baleares se queda con la miel en los labios en el Camp d'Esports. El conjunto blanquiazul empata 2-2 ante en Lleida en un partido con alternativas para ambos equipos y en el que la expulsión de Ulrich en el minuto 55 fue clave para que los locales pudieran igualar e incluso ganar la contienda. Los tantos de Toni Ramon y Jaume Pol fueron insuficientes para sumar la segunda victoria del curso.
El partido empezó con un Atlético Baleares muy aguerrido y dejando llevar el juego al Lleida. Sin embargo, un detalle de calidad de Jaume Tovar provocó que Toni Ramon pudiese rematar a placer para poner el 0-1 a los 12 minutos de encuentro. Tras el gol balearico, los locales volvieron a insistir, pero los de Jaume Mut se mantuvieron muy serios en tareas defensivas.
En ataque, se complicaba generar ocasiones, pero la predisposición era clara. Cada balón recuperado había que salir verticalmente en busca de la portería rival. A pesar de la insistencia del Lleida, el conjunto balear amplió la ventaja con un gol de cabeza de Jaume Pol tras un gran servicio de Rubén Bover desde la esquina.
En la reanudación, el Lleida salió con más acierto que en la primera parte y tras una gran combinación, Adrià Gené puso el 1-2 batiendo a Zarraga por abajo. A los pocos minutos se complicaba la situación con la expulsión de Ulrich en el 57'. Con casi media hora por delante, el ATB se defendía como podía hasta que en la recta final, Campins igualaba el luminoso con un gran cabezazo. A punto estuvo el mallorquín de amargar la noche al Baleares. Campins recogió un balón en el minuto 97 pero el árbitro lo anuló por fuera de juego y dejó el partido en tablas.
Un punto que sabe más dulce que amargo para los de Jaume Mut tras jugar más de media hora en inferioridad, pero que deja un punto negativo por la mala gestión de la ventaja en el segundo tiempo en un campo helado.