El CD Ibiza se ha adjudicado con justicia el Trofeu Nicolás Brondo celebrado este domingo en el Estadi Balear, donde los anfitriones han tenido una puesta de largo decepcionante a menos de una semana del inicio de la temporada en la Primera División RFEF ante Osasuna B. El Atlético Baleares ha saldado con un fiasco su presentación al caer 0-2 ante un rival de inferior categoría que le ha superado en casi todas las facetas del juego y que ha puesto de relieve algunas de las debilidades del nuevo proyecto blanquiazul.
Las cosas han empezado torcerse pronto para los hombres de Jordi Roger, que ha mantenido el sistema de tres centrales con el que ha jugado los últimos ensayos de la pretemporada. En el minuto 6 Marc Mas ha culminado una gran acción colectiva de los de Raúl Garrido para abrir el marcador y verter un jarro de agua fría tanto a la parroquia balearica como al propio once local. Con más ritmo, mejor físico, intensidad y criterio con la pelota, los visitantes han marcado la pauta. El ATB no ha tenido demasiadas ideas para superar la línea adelantada del CD Ibiza, que siempre ha ofrecido una mayor sensación de peligro en un primer tiempo que se le ha puesto más de cara cuando Marquitos ha aprovechado un error grosero en la salida de balón de Kevin para establecer el 0-2 en el 35. Un gol anulado a Kaxe por fuera de juego y un remate muy desviado de Víctor Pastrana han dado forma al bagaje ofensivo de un Atlético Baleares impreciso y sin la voracidad de su adversario.
En la reanudación, los blanquiazules han tratado de invertir la dinámica del encuentro, pero el paso por la caseta tampoco ha supuesto un cambio radical del decorado y sólo la animosidad de los jóvenes le ha dado otro aire al conjunto de Jordi Roger. El carrusel de cambios tampoco ha permitido que el segundo período tuviera continuidad y el CD Ibiza ha conseguido que se jugara más tiempo a lo que le interesaba. Los visitantes han seguido cortocircuitando la ya de por sí atascada zona de creación del ATB, que no ha llegado a inquietar en exceso a su rival y ha terminado con Josep Jaume con problemas físicos y en inferioridad numérica por la expulsión de Forniés.
Toni Salas ha entregado el Trofeu Nicolás Brondo en un partido de presentación del Atlético Baleares que no ha contado con la presencia de su máximo accionista, Ingo Volckmann. En los prolegómenos, los encargados de dirigirse al público han sido el capitán, Canario, y el técnico Jordi Roger. El primero ha expresado su deseo de tener una «gran temporada» y ver «el estadio lleno cada domingo», mientras que el segundo ha asegurado que el objetivo de la temporada es que los balearicos «se sientan orgullosos de nosotros». «Vamos a sudar y defender el escudo como se merece», ha comentado el preparador catalán, que también ha hecho un llamamiento a la afición. «Quiero pedir que el camino que iniciamos el próximo fin de semana lo hagamos de la mano y que lo disfrutemos, porque juntos seremos imparables», ha concluido.