El Atlètic se medirá al Racing de Santander por una plaza en Segunda A tras 56 años de ausencia. El gran dominador del grupo II está pendiente de despejar la incógnita que ha generado el descenso de sus prestaciones desde que se aseguró la primera posición. Las dudas planean en su entorno, ya que en el tramo final del curso ha logrado un triunfo, seis empates y una derrota en las últimas ocho jornadas.
Campeón desde el 29 de abril, el equipo dirigido por Iván Ania gobernó la liga con gran autoridad en la primera vuelta y se ha procurado un desenlace plácido de la liga, quizás demasiado, aunque todo el tiempo de antelación que ha tenido lo ha ocupado en dosificar los esfuerzos de sus hombres importantes con molestias, entre ellos David Barral y Jordi Figueras.
Barral, por su trayectoria y gol, es la principal amenaza del conjunto cántabro, aunque su máximo realizador, Jon Ander, no está disponible por una grave lesión de rodilla. El cántabro Sergio Ruiz es uno de los motores del equipo en la sala de máquinas, mientras que Cayarga es otro de sus puntales ofensivos desde la izquierda.
El Racing recurre habitualmente al 4-2-3-1, aunque a lo largo del curso ha alternado con otros dibujos como el 4-4-2 o el 4-1-4-1. Después de un arranque con más brillo en su juego y más vocación ofensiva, su manual ha escorado hacia el pragmatismo.
Esta temporada el Racing, con un estadio de 22.000 espectadores y un campo de 105x68, ha echado el resto para recuperar la división de plata. Con un presupuesto que ronda los 4 millones de euros quiere volver a una categoría que perdió en 2015.