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Los primeros síntomas de saturación llegan en abril

El GOB desplegó el pasado sábado dos pancartas contra la masificación turística. | GOB Mallorca

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La saturación se ha convertido en un problema, que dificulta el día a día de turistas y residentes. Regular el acceso al faro de Formentor o controlar el aforo del parking de Cala Deià es obligado cuando llegan los meses centrales de la temporada turística. Este año se han dado los primeros síntomas de saturación en abril. De esta manera, el pasado domingo día catorce, aunque ha pasado también en otras ocasiones, la carretera que conduce al faro de Formentor se colapsó por la numerosa presencia de vehículos que, además, debían circular con extrema precaución por la abundante presencia de ciclistas.

La carretera tiene restricciones de acceso desde hace años, pero se circunscriben de principios de junio a finales de septiembre. En este mismo sentido, el gran número de cicloturistas que transitan por la carretera de acceso a Lluc ha provocado también dificultades de tránsito. De igual manera, también el domingo día 14, la policía local tuvo que prohibir el acceso al parking de Cala Deià, puesto que se encontraba lleno y no era posible estacionar ningún vehículo más. En este mismo sentido, las calles del centro de Palma se han visto también llenas de turistas en diferentes días, coincidiendo con la presencia de varios cruceros en el puerto de Palma.

MANIFESTACIONES. La saturación turística no es un problema de Balears en exclusiva sino que se produce en muchos otros lugares, tanto en España como en diferentes lugares del extranjero.
Canarias es una de las comunidades autónomas españolas que recibe mayor número de turistas. Además, Canarias no tiene el problema de la estacionalidad, por lo que visitan las Islas un buen número de turistas durante todo el año. «Canarias tiene un límite» es el lema que ha aglutinado las manifestaciones contra el modelo socioeconómico y turístico que se celebraron el pasado sábado día 20 en cada una de las islas. «Nos están expulsando de nuestra tierra» era uno de los lemas que podía leerse en diferentes pancartas.

Las dos principales manifestaciones tuvieron lugar en Las Palmas de Gran Canaria y en Santa Cruz de Tenerife. Las manifestaciones estaban convocadas, también en Puerto del Rosario (Fuerteventura); Arrecife (Lanzarote); Valverde (El Hierro); San Sebastián de La Gomera; Santa Cruz de La Palma, y La Graciosa. El origen de las protestas se encuentra en la creciente preocupación por el agotamiento del modelo económico predominante en las Islas Canarias. El turismo, que representa alrededor del 35% del Producto Interior Bruto (PIB), ha sido durante décadas el motor principal de la economía canaria. Sin embargo, esta dependencia del turismo ha generado una serie de desafíos y desequilibrios. Entre las demandas planteadas se encuentra la solicitud de una moratoria en el desarrollo turístico, con el objetivo de evaluar y replantear las políticas de crecimiento turístico. El GOB, coincidiendo con las movilizaciones en Canarias, desplegó sendas pancartas en las inmediaciones de la Catedral. «Menys turisme, més vida» y «És ben hora d’aturar», rezaban.

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